El acoso escolar se ha hecho tristemente célebre en los últimos años. Se trata de un problema social que requiere de la intervención activa de centros escolares y padres para conseguir acabar con él. Aunque uno de los más conocidos es el bullying psicológico, en muchos casos puede acabar convirtiéndose en bullying físico.
¿Qué tipos de bullying existen?
El acoso escolar tiene diferentes vertientes que dan lugar a diferentes tipos de bullying:
- Bullying psicológico: suele consistir en insultos e intimidaciones que dañan la autoestima del niño o niña que lo sufre.
- Bullying sexual: se produce cuando el asedio tiene connotaciones sexuales.
- Ciberbullying: en este caso el acoso se produce a través de Internet.
- Bullying de exclusión social: persigue un total aislamiento de la víctima.
- Bullying físico: incluye daños físicos más o menos graves causados por golpes o empujones. También se incluyen dentro de esta categoría el robo o dañar deliberadamente objetos que son propiedad de la víctima.
¿Cómo se puede detectar el bullying físico?
En este caso se suelen dar los síntomas que presentan los niños que sufren acoso escolar:
- Cambios de comportamiento.
- Cambios de humor con tendencia a un humor más irritable o un estado de ánimo más triste.
- Trastornos del sueño.
- Cambios en los hábitos de alimentación.
Pero además de estos síntomas también aparecen efectos derivados de la agresión: cortes, hematomas, chichones, etc.
¿Cómo actuar ante el bullying físico?
Un problema tan grave de este tipo debe ser tratado a varios niveles:
A nivel sanitario conviene que el niño o niña sea examinado por un pediatra para determinar si existen lesiones y la gravedad de las mismas. También es muy recomendable iniciar un tratamiento psicológico para que los episodios de violencia sufridos no dejen huella para siempre.
Para acabar con la situación hay que poner los hechos en conocimiento de colegio para que se active el plan de actuación en caso de acoso escolar. Si el colegio no toma medidas, o las que adopta son insuficientes, entonces se puede recurrir a la Inspección de Educación.
Es importante que los padres de la víctima estén informados en todo momento de las medidas que se están adoptando en el colegio.
Pero ¿qué ocurre si todas las medidas tomadas no son suficientes? En este caso no queda más remedio que actuar legalmente contra aquellos menores que están acosando y actuando de fuera violenta. Si son mayores de 14 años se les puede exigir responsabilidad penal, mientras que si tienen menos de esta edad habrá que tomar medidas que afecten a los padres de esos menores.
El bullying físico es una cuestión grave que requiere actuar siempre de forma serena y bien asesorados. Una buena forma de encarar la situación es contar desde el principio con la ayuda de expertos legales en acoso escolar. Un profesional te dará las pautas que te ayudarán a actuar en cada momento e incluso te ayudará a hacer los trámites que sean necesarios para que la situación se solucione lo antes posible y de forma favorable para tu hijo o hija.
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