La seguridad vial es un tema que cada vez preocupa más ya que las muertes en carretera se cuentan por cientos cada año. En 2016 murieron en las carreteras españolas 1.160 personas, lo que supone un incremento del 5% con respecto al año anterior. En muchos accidentes el consumo de drogas y alcohol es un elemento determinante, de ahí la importancia de respetar la tasa de alcoholemia.
¿Cuál es la tasa de alcoholemia permitida actualmente?
Para los conductores que tengan más de dos años de antigüedad en el permiso de conducir la tasa máxima es de 0,5 gramos por litro de sangre y 0,25 miligramos por litro de aire expirado. En el caso de los conductores noveles las tasas son de 0,3 gramos y 0,15 miligramos respectivamente.
Los profesionales del transporte de mercancías y los conductores de vehículos especiales tienen una tasa establecida que es exactamente igual a la de los conductores noveles.
Los ciclistas están en el tráfico rodado y por tanto ellos también deben seguir esta normativa. En este caso la tasa máxima de alcohol en sangre es de 0,5 gramos y de 0,25 miligramos por litro de aire expirado.
¿Cómo se lleva a cabo el control de alcoholemia?
Los controles los realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En algunos casos se trata de controles preventivos y en otros casos se llevan a cabo a raíz de un accidente de tráfico.
La persona que está haciendo la prueba debe soplar en el etilómetro para determinar los miligramos de alcohol por litro de aire expirado que hay en su cuerpo. Si la prueba es positiva se puede pedir una segunda comprobación que se hará por el mismo medio una vez pasados diez minutos.
Si el resultado vuelve a ser positivo los agentes pondrán la multa correspondiente. En caso de no estar de acuerdo con la sanción, la persona sometida a la prueba puede pedir un análisis clínico, que consiste en un análisis del alcohol en sangre. Para ello habrá que desplazarse hasta un hospital para que se haga la extracción de la sangre y el análisis de la misma.
¿Qué ocurre si te niegas a practicar la prueba?
El negarse a realizar la prueba de alcoholemia podría considerarse un delito. Si además de negarse, la persona muestra síntomas de alcoholemia, se le inmoviliza el coche y se procede a citarle para un juicio rápido. Es un juicio que se lleva a cabo para juzgar delitos cuya sanción sea una pena de prisión que no exceda de 5 años o que estén sancionados con otras penas cuya duración no sea superior a 10 años. Quien no colabore para hacerse la prueba de alcoholemia recibirá una pena de prisión de entre seis meses y un año y además se le podrá retirar el permiso de conducir entre uno y cuatro años.
¿Infracción o delito?
Se considera que hay infracción administrativa si la tasa de alcoholemia está entre 0,25 y 0,50 miligramos, entre 0,15 y 0,30 para conductores noveles y profesionales. En estos casos se impone una multa de 500 euros y se pierden cuatro puntos. En caso de reincidencia, la sanción puede ser de hasta 1.000 euros.
Si la tasa es de entre 0,51 y 0,60 es una infracción grave y la sanción es de hasta 1.000 euros y la pérdida de puntos del carné será de un total de seis. En aquellos casos en los que la tasa de alcohol supere el 0,61 la acción se considerará un delito. En este caso se procederá a inmovilizar el vehículo y el conductor será citado para un juicio rápido.
La sanción penal puede ser pena de prisión de tres a seis meses, multa de seis a 12 meses, trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días o retirada del carné de conducir entre uno y cuatro años.
Conviene matizar que también se puede considerar delito en aquellos casos en los que el conductor no llegue a la tasa de 0,60 pero muestre síntomas evidentes de embriaguez.
Tus derechos si te someten a esta prueba
- El agente debe informarte en todo caso sobre la prueba que se va a llevar a cabo.
- Antes de soplar se te debe informar de todos tus derechos.
- Puedes solicitar la documentación del etilómetro para comprobar que está homologado y ha pasado las verificaciones correspondientes.
- Puedes presentar alegaciones si no estás conforme con el procedimiento. Desde la notificación de la multa tienes un plazo de 20 días para presentar las alegaciones por escrito ante el organismo que ha impuesto la sanción. Lo habitual es que sea la Jefatura Provincial de Tráfico.
¿Qué ocurre con el coche?
Si se detecta que un conductor supera la tasa de alcohol permitida no puede conducir, así que se procede a inmovilizar su vehículo a través de un cepo o se llama a la grúa. No obstante, el conductor tiene derecho a llamar a alguien de su confianza para que se haga cargo del vehículo y lo retire.
Con esto finaliza la prueba de alcoholemia. El conductor sancionado tiene un plazo de 20 días naturales para proceder al pago de la multa o puede recurrir frente a la misma en un plazo de 20 días.