En el momento de plantearnos nuestro testamento pensamos a quién dejar nuestros bienes materiales como inmuebles, joyas o dinero, pero ¿realmente pensamos a quién confiar nuestra identidad digital? Te contamos en qué consiste designar un heredero digital y cómo hacer un testamento donde nombrar un responsable de nuestra vida digital.
Nuestra actividad diaria en el entorno digital deja huella. El uso del correo electrónico, la presencia en redes sociales, la publicación de artículos en blogs, las compras por Internet, acceso a entornos privados con contraseñas. La relevancia de estos datos confidenciales, así como la posibilidad que sean objeto de prácticas ilícitas que pudieran perjudicar a los herederos hacen recomendable tomar medidas de prevención.
La presencia cada vez más activa en redes sociales e internet, nos lleva a tomar conciencia de la conveniencia de decidir sobre nuestro legado digital. Las nuevas tecnologías evolucionan a mayor rapidez que la legislación, por este motivo, y a pesar de la falta de regulación sucesoria específica es recomendable incluir en nuestro testamento el destino de nuestra herencia digital. ¿Quién gestionará tus perfiles en redes sociales cuando tú no estés? ¿Alguien cerrará tu mail en tu ausencia?
Pasos a seguir para hacer un testamento digital
Es necesario que realices un listado de la actividad digital que tienes, un listado con URLs, nombres de usuario y contraseñas y que manifiestes de forma clara cuál es tu voluntad sobre el destino de la herencia digital. Por ejemplo, quizá quieres que cierren tu perfil de Instagram pero que tu perfil de Facebook la conviertan en una cuenta conmemorativa. También es importante que designes a la persona que deseas que cumpla tu mandato y que todo esto lo hagas constar en el testamento notarial.