¿Planes de boda? Los preparativos legales indispensables
11/07/2018
- La elección entre gananciales, separación de bienes o participación en ganancias es una de las de mayor relevancia para cualquier futuro matrimonio
- Hacer un inventario de las propiedades de cada cónyuge o abordar los temas familiares más importantes, entre las consideraciones legales a tener en cuenta
Si bien es cierto que cada vez se celebran más bodas de invierno, los meses de primavera y verano continúan siendo especialmente populares para este tipo de evento. Por eso es el momento ideal para informarse acerca de un asunto que poco se menciona durante la ceremonia: los aspectos legales del matrimonio. Entre preparativos y últimos toques, ¿qué conviene tener en cuenta en este sentido?
Según las últimas estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística, a lo largo del 2017 se celebraron un total de 171.454 matrimonios nuevos en España, una cifra que representa una caída del 2,22% respecto al año anterior. Por otro lado, los datos más recientes del Consejo General del Poder Judicial incidan que tanto divorcios como separaciones han ido disminuyendo a lo largo de la última década. En concreto, en España se celebraron 16.226 divorcios consensuados y 11.594 no consensuados en el primer trimestre de este año comparado con 17.041 divorcios consensuados y 11.699 no consensuados durante el mismo periodo del 2016.
En este contexto, continúa siendo indispensable preguntarse ¿qué pasaría si…? Y establecer las bases legales del matrimonio para facilitar la disolución de éste llegado el caso, de la forma más sencilla posible. Para ello, los expertos de onLygal Seguros recomiendan tomar diversas decisiones acerca del patrimonio común, las posesiones materiales o los hijos, en caso de haberlos:
- Régimen económico: el Código Civil establece tres opciones legales para la gestión económica de ambas partes. La más común de ellas es la opción de gananciales, mediante la cual los beneficios y ganancias se separan entre bienes comunes (repartidos a partes iguales en caso de divorcio) y privativos (corresponden por separado a cada uno de los cónyuges). También existe la separación de bienes, donde cada uno administra su patrimonio de manera independiente, y la participación en ganancias, que funciona como una separación de bienes durante el matrimonio y como gananciales en caso de ponerle fin.
- Inventario: es aconsejable identificar las posesiones de cada cónyuge para fijar con claridad qué cuentas corrientes, objetos de valor, o propiedades inmobiliarias están a nombre de cada uno. Se trata de un paso esencial para evitar problemas a la hora de repartir las cosas durante una posible separación o divorcio. El momento más adecuado para ello es antes de la boda, ya que no es difícil que la situación se vuelva tensa y complicada si debe hacerse el inventario una vez se haya acordado finalizar el matrimonio.
- Acuerdo prematrimonial: en cuanto a la vida conjunta que imagina la pareja, tampoco está de más acordar ciertos parámetros que sirvan para regular la convivencia matrimonial. La educación de los hijos o el domicilio familiar son algunos de los temas a tratar para asegurar que se ha llegado a una visión compartida del tipo de vida que ambos desean llevar tanto durante el tiempo que dure la relación como si finalmente se opta por terminarla.
Además de debatir conjuntamente acerca de los aspectos legales más relevantes que influirán en el matrimonio, es posible acudir a un mediador para resolver posibles conflictos entre la pareja y recibir una opinión externa de los desacuerdos que puedan surgir. Otro paso que aportará tranquilidad durante momentos de estrés como los meses previos a una boda o el proceso de separación o divorcio.