Muchos padres se preguntan cómo es posible saber si un juguete es seguro. En el artículo de hoy proporcionaremos las claves fundamentales para detectar juguetes que puedan poner en riesgo a nuestros hijos. Para no equivocarnos en la compra, es importante no solo fijarnos en si es adecuado o educativo, sino también verificar si cumple la normativa impuesta por Europa. A todos nos ha pasado alguna vez que decidimos comprar un juguete pero cuando entramos en la tienda nos asaltan dos dudas: ¿le gustará?, ¿será seguro?
La seguridad en los juguetes es fundamental para garantizar el bienestar de los pequeños de la casa. Dentro de la Unión Europea, todos los juguetes deben cumplir los requisitos mínimos estipulados. Sin embargo, es verdad que los países pueden modificar algunos requerimientos pero, en ningún caso, pueden ser menos de los estipulados inicialmente.
¿Cuándo un juguete es de fiar?
Lo primero que debemos comprobar es que lleve impresa la certificación CE por la cual el fabricante acredita que el juguete es conforme con las exigencias de seguridad contenidas en las normas comunitarias, pero según el grupo de edad al que se pertenezca tiene sus propios requisitos. Por ejemplo, entre los niños de cero a tres años, la máxima preocupación de los padres es el riesgo de asfixia. Por este motivo, cualquier productor de juguetes debe asegurarse de fabricarlos con piezas grandes que no puedan despiezarse en pequeñas y el encargado de comprobar su correcto uso y aguante, siempre son los laboratorios especializados en el control de seguridad y calidad.
Otra de las grandes preocupaciones es la posible toxicidad de algunos materiales, como por ejemplo las pinturas o plastilina. Si por descuido el pequeño ingiriera la pintura o la plastilina, no pasaría nada siempre y cuando lleve la certificación CE. Es cierto que las edades en las que más indecencias pueden darse son de los cero a los seis, después la normativa se relaja.
Recomendaciones para elegir un juguete seguro para bebés
- Los juguetes y sus partes deberán tener unas dimensiones tales que no presenten riesgo de asfixia y que puedan obstruir las vías respiratorias por objetos bloqueadores.
- Los juguetes como los sonajeros o los mordedores siempre tienen los extremos redondeados y dimensiones lo suficientemente grandes para que no puedan ingerirse.
- Requisito imprescindible que no contenga bolas pequeñas (menores de 44.5 mm de diámetro).
- Si el juguete lleva pilas, es necesario que estén tapadas mediante un sistema que las haga inaccesibles al niño.
- Comprobar el etiquetado. Debe aparecer el nombre del fabricante o importador, la marca comercial, la marca CE y otras indicaciones relacionadas con el modo de utilización del producto o con sus características.
- Tener en cuenta los establecimientos en los que adquirimos el juguete. Es conveniente asesorarse y comprar en comercios responsables, en ellos se nos dará amplia información de los productos y podremos reclamar si encontramos algún problema.
- Hay que comprobar que en el envase aparece la indicación de la edad mínima o máxima de los usuarios de los juguetes y, en su caso, su capacidad y su peso máximo o mínimo, así como la necesidad de asegurarse de que el juguete se utilice únicamente bajo la supervisión de adultos”.
¿Qué debemos hacer si el juguete se daña?
Por último, es importante tener en cuenta que si abrimos la caja del juguete y lo encontramos dañado nada más llegar a casa, debemos llevarlo de nuevo al establecimiento para que nos lo cambien. Si el juguete se daña por uso o porque ha surgido un accidente, aunque no hay derecho a cambio, no recomendamos en ningún caso tratar de arreglarlo en casa, sino dejar de utilizarlo.
Antes de introducir un juguete en el mercado, los fabricantes efectuarán un análisis de los peligros químicos, físicos, mecánicos, eléctricos, de inflamación, higiénicos y radiactivos que el juguete pueda presentar, así como una evaluación de la posible exposición a esos peligros. Como comentábamos antes, todos los juguetes pasan por una cadena de controles de seguridad en los que son sometidos a varias pruebas.