Uno de los retos más difíciles y apremiantes para un empresario es el momento en que tiene que definir cuál es la estrategia empresarial más apropiada para seguir compitiendo en un mercado lleno de adversarios en constante voluntad por posicionarse. Todas las compañías que quieran ganarse un espacio en el mercado deben ser conscientes de los cambios que se están produciendo actualmente, de cómo las nuevas tecnologías están transformando la relación entre empresas y consumidores y cuáles son los factores que deben tener en cuenta para no quedarse rezagadas en esta carrera de fondo.
Pasos para incorporar la digitalización
Hoy en día, nadie puede ignorar la digitalización, y menos aún las empresas ya que, desde hace algún tiempo, están inmersas en lo que se ha convertido en un carrera a contrarreloj. Continuamente, compañías de todo tipo de sectores se enfrentan al gran reto de identificar y aprovechar las recientes oportunidades que ofrece el salto al mundo digital, así como los riesgos que comporta la adaptación a estas nuevas reglas del juego. Transformar las empresas y encontrar la forma de adaptar este nuevo modelo empresarial sin que nadie se quede atrás es un gran desafío que requiere tiempo y concienciación. Se reconocen tres pasos principales dentro del proceso de digitalización:
- Identificar lo que está sucediendo en el entorno actual
- Comprometer a la empresa para ejecutar la transformación
- Cambiar las dinámicas internas como, por ejemplo, la cultura empresarial
Tal como explican muchos expertos, habrá tantos procesos como empresas existan y cada una se enfrenta, por tanto, a una situación y contexto diferente. Además, aún se halla en un estadio prematuro ya que los cambios no son estáticos a largo plazo, no han terminado, por este motivo, es importante que las empresas los detecten para que, por un lado, aprovechen las oportunidades y, por otro, prevengan los riesgos.
Riesgos
Los principales riesgos a los que las empresas se enfrentan son muchos. Las presiones sobre los márgenes y precios aumentan porque hay más transparencia y, por tanto, se pueden comparar fácilmente a otros precios, servicios y productos; aparecen más competidores inesperados, se reducen los costes pero, sin embargo, el conocimiento intelectual de la organización se apalanca. También la dinámica actual del mundo digital dispersa la cadena de valor de la empresa, ya que permite que terceras empresas ocupen rápidamente huecos que se abren en el mercado. Existen desajustes en el talento porque mientras algunas tareas pasan de manos de personas a máquinas, en el caso de las empresas la dificultad está en encontrar talento en determinadas funciones que no se pueden automatizar. Otro de los riesgos a destacar es que en Internet no existen fronteras y la demanda de los clientes se unifica, por tanto, cada vez se ejerce más presión sobre las empresas para que estandaricen las ofertas. Por último, no debemos olvidar que el entorno digital no es un viaje de una sola parada sino que, por el contrario, está en constante evolución así pues también puede darse el caso de que desestabilice el funcionamiento habitual de la empresa en cualquier momento. Pero como hemos mencionado nos gustaría hacer especial mención a tres de los riesgos que creemos que tienen más importancia actualmente que son:
- Seguridad en la red: los datos e información que circulan por Internet son extremadamente valiosos porque pueden llegar a revelar descripciones exactas de nuevos productos o servicios, hallazgos en I+D, datos personales sobre usuarios, estados financieros de empresas, etc. Además, hace poco hemos asistido a una proliferación de ataques externos contra importantes compañías. Seguramente no estamos tan protegidos como creemos, por este motivo, es primordial tener en cuenta los riesgos que existen dentro de la red así como las leyes que nos protegen y siempre que detectemos que se hace un mal uso de la información hay que denunciarlo. Para hacerlo, de la misma manera que si no es en Internet, se presenta una denuncia en la policía, explicando lo sucedido y aportando las pruebas que tengas.
- Interrupciones en el sistema: en muchos sectores se depende totalmente de la tecnología o sistemas de red para trabajar. Cuando éstos se ven afectados por una interrupción maliciosa se eleva el riesgo de amenaza, puesto que se aprovechan estas situaciones de vulnerabilidad para modificar los datos o dañar la imagen y reputación de las marcas. Debemos tener en cuenta, que este tipo de actos deben ser denunciados porque se está accediendo sin permiso a una cuenta ajena con el objetivo de dañar ya sea la imagen propia o de la marca. Recomendamos que leas el artículo “Identidad digital” que está estrechamente relacionado con los derechos protegidos por el Código Penal.
- Estafas online: Es cierto que la confianza que depositamos en Internet ha crecido considerablemente en los últimos años y la prueba está en que a día de hoy prácticamente compramos cualquier producto o servicio usando la tarjeta de crédito. Pero a veces, el factor imprevisto nos puede jugar malas pasadas y existen empresas ficticias que intentan estafar a los usuarios. Por ejemplo, esa tienda con fantásticos precios que has encontrado navegando por Internet resulta que no existe y has perdido tu dinero. O el correo electrónico que recibiste de, supuestamente, tu entidad bancaria pidiéndote la contraseña resultó ser una estafa. Para defenderte de este tipo de estafas necesitas el asesoramiento y la actuación de abogados especializados en estafas en la red. Algunas de ellas son las de supuestas entidades bancarias en las que “por seguridad” te piden que introduzcas datos confidenciales, las pasarelas de pago en tiendas online falsas, juegos y concursos online, servicios de almacenamiento en la nube (Google Drive, iCloud), entre otros.
Oportunidades
Las principales oportunidades para las empresas por la irrupción de la economía digital son:
- Aumenta las interacciones entre los diferentes agentes implicados. Desde proveedores, grupos de interés y empleados. Internet reduce los costes y abre la posibilidad de personalizar los contenidos y la conectividad de tu empresa.
- Mejora la toma de decisiones: gracias al Big Data y a tecnologías sociales. Los algoritmos que explotan los datos permiten mejorar la toma de decisiones y disminuir riesgos en las distintas operaciones.
- Desestructuración en el sentido de que el trabajo se organiza de otra forma y entra en juego la horizontalidad, a la vez que se focalizan los esfuerzos hacia la especialización y la conciliación.
- Innovación orientada a la creación constante de productos y servicios que satisfacen las necesidades puntuales de segmentos muy determinados a medida que aparece la demanda. Al mismo tiempo, también permite impulsar la sostenibilidad de la empresa y la convierte en un mejor lugar en el que trabajar.
- Customización: es lo mismo que la personalización en masa, es decir, tiene que ver con la capacidad de fabricar productos en lotes de uno pero de forma económica, cuando hablamos de la empresa 4.0 hace referencia a la customización de cualquier dispositivo, aplicación o plataforma empresarial necesarias para los usuarios de negocio.
- Permite nuevos modelos de negocio: como comentábamos en el apartado de los riesgos, la tendencia emergente es eliminar varios pasos en la cadena de valor de los negocios, por lo tanto, puede suponer un beneficio para algunas empresas que ocupen esos huecos.
En definitiva, hoy día es mucho más sencillo adherirse al cambio, porque de lo contrario no seríamos capaces de seguir compitiendo en un mercado cada vez más diversificado e intensificado. Actualmente, las empresas tienen más facilidad para extenderse a otros segmentos e innovar, cambiar de estrategias y redirigirse hacia los nuevos objetivos. Si observamos la evolución del mercado, enseguida veremos como ahora una startup, en poco tiempo, puede conseguir estar al nivel de una gran compañía con años de experiencia. Existen empresas sin presencia física, basadas en un negocio 100% online, que puede actuar y consolidarse como otra cualquiera. Además, el potencial de este tipo de empresas 4.0 es indudable pero es cierto que no hay que olvidar que el grado de sofisticación del entorno en el que operan puede ser equivalente al de las amenazas. Por este motivo, es fundamental tener un plan sólido que permita prevenir al mismo tiempo que protegerse.