Cuando se hace referencia a un accidente en transporte público se incluyen medios de transporte como el tren, autobús, metro, taxi o avión, y se considera accidente un frenazo, una colisión con otro vehículo, si las puertas se cierren justo cuando estamos pasando, o por resbalar en las escaleras de acceso. En España, según los informes de siniestralidad vial publicados por la Dirección General de Tráfico, los accidentes más frecuentes son los de autobús, principalmente debido a la velocidad indebida por parte del conductor lo que suele provocar frenazos bruscos que hacen que los pasajeros caigan al suelo o sufran lesiones de hombro al tratar de agarrarse con fuerza a la barra de apoyo para evitar la caída. Por este motivo, tras un accidente en transporte público, debes asegurarte de que quede constancia de las lesiones producidas. Para ello, debe acreditarse la relación de causalidad entre accidente y lesión a través de un informe de la policía o un parte asistencial realizado por el SAMUR o cualquier servicio de urgencia.
Derecho a indemnización por lesión o daño
El usuario de un transporte público que ha comprado su billete tiene derecho a la cobertura del denominado Seguro Obligatorio de Viajeros. Al efectuar el pago, formaliza un contrato con el transportista. Entre las características del SOV destacan las siguientes:
o Permite indemnizar a quienes sufran lesiones corporales y cubre la asistencia por los daños ocurridos en un accidente durante el desplazamiento.
o Da cobertura a los daños corporales ocasionados cuando el viajero entre o salga del transporte, así como a los que se produzcan durante la entrega del equipaje.
o El transportista responderá, incluso, cuando la responsabilidad no sea del conductor del vehículo.
Muchas personas creen que sólo se puede reclamar una indemnización en casos graves, como accidentes que acaban en muerte o lesiones de importancia. Sin embargo, la realidad es otra: también es posible reclamar en caso de esguince, latigazo cervical, brecha o rotura de huesos.
Los viajeros tienen derecho a indemnización cuando, a consecuencia del accidente, sufran algunas de las siguientes circunstancias:
o Muerte.
o Incapacidad permanente.
o Incapacidad temporal, que se indemnizará en función del grado de inhabilitación que produzcan las lesiones.
o En todo caso, cuando un viajero precise asistencia sanitaria se está obligado a pagarla. La asistencia garantizada por el Seguro Obligatorio de Viajeros se extenderá, como límite máximo, hasta las 72 horas siguientes al momento del accidente, cuando se trate de lesiones que no requieran hospitalización del asegurado o tratamiento especializado en cura ambulatoria; hasta 10 días cuando los asegurados la tuvieran cubierta por otros seguros obligatorios, y hasta 90 días en los demás casos.
¿Cómo reclamar la indemnización por accidente?
Debemos demostrar que viajábamos dentro del transporte público y para ello sigue estos consejos:
o Guardar el ticket (bono o abono transporte) con el que accediste al autobús o al transporte público en cuestión.
o Apuntar la línea, la hora y el lugar del accidente, el número de autobús y la matrícula, y si fuera posible el nombre y apellidos del conductor.
o Si acudiera Policía o Guardia Civil, habría que informarles de que usted iba en el autobús, tenga lesiones o no.
o Acudir a urgencias para realizarse un chequeo médico y que refieran en el informe que las dolencias son como consecuencia del accidente de tráfico en el transporte público.
Una vez tengas todo esto, se podrá demostrar que eras usuario del transporte público y que por tanto has sido víctima del accidente.
Cuantía de las indemnizaciones
Las cuantías de las indemnizaciones están reguladas en el Reglamento de Seguros de Viajeros, que incluye un baremo de indemnizaciones a percibir clasificadas en varias categorías, concretamente 14. La primera sería el fallecimiento, para la que se contempla una indemnización de 36.060,73 euros. Otras lesiones menos graves como la hernia discal de origen traumático y las fracturas de fémur, tibia y peroné, tendrían una indemnización de unos 1.200 euros.
Por último, se recomienda acudir a un abogado experto en accidentes de tráfico que sabrá cómo reclamar todos los conceptos por los que podéis ser indemnizados y os orientará en los pasos a seguir desde ese preciso momento.