Cuando se lleva a cabo una separación, pueden surgir dudas sobre el reparto de lo que corresponde a cada una de las partes, y en el caso de las mascotas, pasa algo similar al caso de niños en el grupo familiar. Establecer la custodia puede generar debate y se convierte en algo complicado.
Aproximadamente el 49% de los hogares españoles tienen una mascota, una cifra bastante elevada que, si la unimos a que somos uno de los países de la Unión Europea con mayor tasa de separaciones, hace que este tema tenga un peso importante dentro de los procesos de ruptura en las parejas.
¿Cómo se consideran a las mascotas en el ámbito legal?
Hasta hace unos años, el Código Civil consideraba a las mascotas como bienes muebles, lo que podía generar un vacío legal a la hora de decidir quién se quedaba con ellas. No obstante, en 2017 el Congreso de los Diputados aprobó la ley por la que las mascotas pasaron de ser consideradas “cosas” a ser consideradas “seres vivos y sintientes”.
¿Cómo sabemos quién tiene preferencia para quedarse con las mascotas?
Existe un punto inicial muy importante a la hora de decidir la custodia, y es ¿a quién pertenece legalmente la mascota?
Tenemos que saber a nombre de quién está, y la propietaria o el propietario que aparezca como responsable en la documentación de la mascota será la persona que tenga preferencia a priori.
¿Es la persona titular en la documentación de la mascota la responsable de manera irrevocable?
No. Existen casos en los que, aunque una de las personas aparezca como responsable de la mascota no quiere decir que la otra parte no tenga derecho a quedársela.
Está claro que el derecho de propiedad tiene un peso incuestionable, pero eso no quiere decir que la mascota tenga un vínculo afectivo más fuerte con la persona que figura como responsable, ni que haya sido mejor cuidada o haya recibido una atención mayor por su parte.
Es importante que un jurista valore todos los factores que pueden ser motivo de peso para otorgar la custodia a cualquiera de las partes, por lo que figurar en la documentación de tu mascota como titular no te hará propietario indiscutible.
Por ejemplo, si la mascota ha sido adquirida dentro del matrimonio, será necesario analizar y llevar la situación ante la ley para establecer una custodia compartida, en cuyo caso entrarán otros factores en juego como la liquidez económica de cada una de las partes, antecedentes de maltrato, bienestar de la mascota o el tiempo que pueden pasar con sus mascotas, por ejemplo.
También tendrá mucho peso el que haya niños implicados, ya que éstos generan lazos muy fuertes con las mascotas y pueden ser un elemento importante para decidir la custodia.
Como vemos, hay muchas variantes que hay que tener en cuenta y que el jurista debe sopesar para poder tomar la decisión más justa para todas las partes que estén implicadas.
Normalmente estas situaciones se solucionan mediante un acuerdo entre las dos partes, pero cada caso es distinto, y como hemos comentado, dependiendo de la gravedad de la separación, la repercusión puede tener mayor o menor nivel de intensidad.
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Natalia Mañas
Abogado especialista del Centro de Asistencia Jurídica de Onlygal