Las nuevas generaciones son nativos digitales, pero no hay que olvidar que durante la infancia y la adolescencia la falta de madurez afecta a todos los ámbitos de la vida, lo que incluye ahora también al uso de los medios digitales. De ahí que los más jóvenes sean los más propensos a sufrir acoso en las redes sociales.
¿Qué es el acoso cibernético?
Aunque este tipo de agresiones digitales pueden dirigirse contra cualquier tipo de personas, lo más común es que las víctimas sean niños y adolescentes.
Se relaciona en muchas ocasiones con el bullying o acoso escolar, pero lo cierto es que esta conducta va todavía más lejos. El acosado no se ve libre de la conducta de sus acosadores una vez que sale del colegio, sino que sufre sus insultos, coacciones y amenazas también a través de las redes sociales.
Además, gracias al anonimato que permite Internet y a la fácil difusión de contenidos, el problema se puede extender, haciendo que cada vez sean más los acosadores.
Los cambios en el comportamiento del niño o la niña suelen ser indicio de que algo va mal y de que es necesario hablar con el menor para que entienda que puede contar con los adultos para que le ayuden a superar este tipo de situaciones.
En el caso de menores de edad es conveniente que los padres tengan conocimiento del uso que hacen sus hijos de las redes sociales, para detectar cualquier posible problema.
Es cierto que Internet favorece realizar ciertas conductas bajo el anonimato, pero a la vez permite obtener fácilmente pruebas de lo que está pasando.
Si alguien está siendo víctima de acoso en redes sociales lo primero que debe hacer es recoger pruebas de lo que está ocurriendo. Por eso es recomendable guardar una copia de todos los mensajes ofensivos o abusivos recibidos, basta con hacer un “pantallazo”.
En este sentido puede ser de gran ayuda la app Proofup, que permite al menor grabar la situación de acoso a efectos de usar luego la grabación como medio de prueba en un proceso judicial si llegara a ser necesario.
Las propias redes sociales disponen de sistemas para luchar contra el acoso. La víctima puede bloquear a sus acosadores e incluso informar a Twitter, Facebook, etc. de que alguien está usando sus servicios de forma inadecuada. Este tipo de denuncias se pueden realizar online desde la propia plataforma y además son anónimas.
Acudir a la vía judicial
En algunos casos el problema puede ser tan grave que tomar medidas como bloquear a los acosadores no es suficiente. En estos casos se debe denunciar el acoso en redes sociales presentando todas las pruebas que se tengan de él.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se encargarán de llevar a cabo una investigación que permita identificar a las personas que se esconden detrás de los perfiles desde los que han llegado los insultos y amenazas.
Una vez efectuada la identificación se puede acudir a la vía judicial para que se tomen medidas que impidan a los presuntos responsables continuar con lo que están haciendo y también para que compensen a la víctima por lo que ha sufrido.
Actuar ante el acoso en redes sociales no siempre es sencillo, por eso es recomendable contar desde el principio con la ayuda y asesoramiento de expertos en acoso y ciberacoso.