Si trabajas como autónomo o profesional liberal, o tu empresa trabaja con este tipo de profesionales, es probable que en algún momento tengas que firmar un contrato de servicios. Por ejemplo si contratas a un arquitecto para que haga el diseño de tu próxima casa o si una empresa te contrata para que hagas el diseño de su nuevo logotipo. Se trata en cualquier caso de un documento que regula los derechos y obligaciones de cada una de las partes.
Lo que hace el contrato de prestación de servicios es recoger las condiciones en las que un profesional independiente llevará a cabo una prestación de servicios a un cliente (particular, autónomo o empresa) a cambio de una determinada remuneración.
En muchos casos el acuerdo de prestación de servicios suele ser verbal, pero es aconsejable recogerlo por escrito en aquellos casos en los que la colaboración vaya a ser prolongada en el tiempo.
Características del contrato de prestación de servicios
Lo que hace este contrato es regular la actividad que se va a llevar a cabo, de conformidad con lo que hayan acordado las partes en una negociación previa. Su peculiaridad es que el objeto del contrato es la prestación de un servicio y no la entrega de un determinado bien.
El documento establece los derechos y obligaciones de cada una de las partes y señala además la retribución que se ha de abonar por los servicios.
¿Cuál es el contenido de un contrato de servicios?
En un contrato de este tipo deben aparecer necesariamente los siguientes datos:
Identificación de las partes implicadas y de las personas que firman el acuerdo en representación de la empresa.
- Descripción del servicio que se va a llevar a cabo, indicando en qué consiste y cuál es su propósito final.
- Fecha de inicio y de fin de la relación de servicios (si es que se conoce).
- Retribución que se va a abonar por los servicios prestados, así como condiciones de pago.
- Condiciones especiales de aplicación en ciertos casos. Se aconseja añadir condiciones referentes a circunstancias excepcionales a fin de evitar los conflictos. Por ejemplo, establecer el pago de una determinada cantidad de intereses de demora si el pago no se hace en un determinado tiempo o si el trabajo no se entrega en la fecha acordada.
- Es imprescindible que el contrato de servicios esté firmado por todas las partes implicadas, ya que en caso contrario no será válido.
La principal diferencia con respecto a otro tipo de contratos es que en el caso del contrato de servicios el profesional tiene capacidad a la hora de negociar y acordar la forma en la que se va a llevar a cabo el servicio contratado. No obstante, quien contrata el servicio tiene la facultad de negociar las condiciones bajo las que debe desarrollarse la tarea.