Post actualizado en febrero 2023
La conducción negligente y la conducción temeraria son dos conceptos que se parecen y, por eso, a menudo se confunden. Sin embargo, existen diferencias notables entre ambos, tanto de definición como en lo relativo a las sanciones que conllevan cada una de estas infracciones.
¿Cuáles son las diferencias entre la conducción negligente y temeraria?
La conducción negligente y la conducción temeraria son dos infracciones relacionadas con la infracción de las reglas y normas de tráfico establecidas por la Dirección General de Tráfico. Sin embargo, el riesgo y los peligros que entrañan cada una de ellas son diferentes, así como también lo es la responsabilidad del conductor que las comete.
Conducción negligente
La conducción negligente hace referencia a cuando un conductor no está poniendo toda la atención y cuidado necesarios al manejar un vehículo como para evitar causar daños a terceros o incluso a sí mismo. En otras palabras, la conducción negligente se produce cuando el conductor conduce con falta de prudencia y omisión.
Algunos ejemplos de este tipo de conducción son:
- Realizar eses en la carretera de manera intencionada
- Derrapar con el vehículo
- Distraerse con elementos ajenos a la conducción (uso de móvil, ordenador, etc.)
Conducción temeraria
La conducción temeraria se produce cuando el conductor circula generando un peligro o riesgo que pueda causar daños a terceros, a sí mismo o al resto de ocupantes del vehículo. Por tanto, mientras en la conducción negligente el conductor está omitiendo su deber de circular con seguridad, en la conducción temeraria está generando un peligro grave.
Estos son algunos ejemplos de conducción temeraria:
- Circular en dirección contraria
- Conducir bajo el efecto de las drogas o el alcohol
- Circular a una velocidad excesivamente alta
La conducción negligente está considerada una falta grave, a diferencia de la conducción temeraria, que está catalogada como falta muy grave. La distinción negligente/temerario sirve precisamente para distinguir entre distintos grados de gravedad.
Conducción negligente como falta grave
Este tipo de falta puede conllevar una sanción administrativa de 200€ de multa, aunque no supondrá un delito contra la seguridad vial, y el conductor que la comete conservará todos los puntos de su carné de conducir.
Conducción temeraria como falta muy grave
La conducción temeraria conlleva una sanción administrativa de, al menos, 500€ y, además, también se procederá a la retirada de 6 puntos del carné de conducir.
Cuando la conducción temeraria constituye “un riesgo y un peligro grave, real, específico y efectivo para la vida o la integridad de terceras personas”, tal y como se especifica en el artículo 380 del Código Penal, el conductor puede ser denunciado por la vía penal por haber cometido un delito.
Teniendo en cuenta lo establecido por el Código Penal, un conductor denunciado por conducción temeraria puede acabar por cumplir penas de cárcel que van desde los 6 meses hasta los 2 años y, además, tampoco podrá conducir ningún tipo de vehículo a motor durante 1 y 6 años, según lo establecido por la sentencia.
Con todo, si se determina que el conductor ha conducido de forma temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los demás, se tendrá que hacer frente a entre 2 y 5 años de cárcel, a una multa de 12 a 24 meses y a la retirada del carné de conducir por un periodo de entre 6 y 10 años.
Como ves, la conducción negligente y la conducción temeraria son dos conceptos que, si bien están relacionados, cuentan con diferencias sustanciales, tanto en la forma como en las sanciones que acarrean. En onLygal ponemos a tu disposición seguros de accidentes para que, pase lo que pase, puedas estar tranquilo. ¿Hablamos?