Casas domóticas: ¿cuál es el papel de las aseguradoras?

¿Os habéis imaginado alguna vez cómo será nuestra casa del futuro? Sensores de movimiento, comandos de voz, espejos inteligentes, alfombras que se preocupan por nuestra salud, neveras que nos aconsejan el menú más saludable, sistemas de seguridad automatizados y un sinfín de innovaciones que dotan nuestro hogar de inteligencia artificial. La casa del futuro nos está dando la bienvenida.

¿Cómo será la casa del futuro?

Es una realidad que muchos informáticos y diseñadores industriales reúnen sus fuerzas para trabajar juntos en prototipos que faciliten y hagan más eficiente la vida en el hogar. La tecnología está elevando el estilo de vida a otra dimensión de confort no conocida hasta el momento. La domótica es el conjunto de técnicas orientadas a automatizar nuestras viviendas, y son innumerables todas las posibles opciones que nos depara el futuro.

La domótica será la encargada de poner en nuestras manos toda la tecnología que necesitamos para gestionar nuestro hogar desde aplicaciones en nuestro Smartphone. Hoy en día ya podemos realizar acciones tan cotidianas como subir las persianas, programar alarmas, encender luces, activar la calefacción, etc. desde nuestro dispositivo móvil.

¿Hasta qué punto la domótica rentabiliza el hogar?

Según un informe de Business Insider Intelligence, el conocido internet de las cosas abarcará un negocio de miles de millones en los próximos años, ya que inevitablemente la tecnología dominará nuestras vidas. Sin embargo, un tema que también preocupa a todos los consumidores que cada vez más contamos con más medios a nuestro alcance es la eficiencia energética y cómo se puede aplicar para proteger el medioambiente.

La pregunta que nos planteamos entonces es, ¿hasta qué punto la domótica rentabiliza nuestros hogares? Pues bien, tal como explican algunos expertos en instalaciones de domótica es que una buena manera de conseguir una instalación que de verdad sea útil pasa por elegir sistemas lo más estándar posibles. Esto permite optar por miles de componentes que serán compatibles entre sí, ya que en caso de optar por una domótica ‘cerrada’, de la que dependen una única empresa y sus aplicaciones, corres el riesgo de que la inversión, tarde o temprano, no sea lo que esperabas. Según las previsiones, la cifra de viviendas con domótica instalada crecerá hasta un 60% en dos décadas. Aunque es probable que en el caso de los propietarios de segunda mano no se lancen al cambio, pero la domótica en muchos sentidos es el mejor camino para rentabilizar la casa y lograr una instalación segura y cómoda.
Ventajas

1. Contribuye en la disminución del gasto energético a través del control de la temperatura interna de los cuartos, la iluminación y el control del consumo de electricidad, teniendo como resultado mayor ahorro y cuidado del medio ambiente. Se pueden obtener ahorros de hasta un 30% de nuestro consumo. ¿Se le puede llamar rentabilidad?
2. La comodidad de las casas inteligentes es óptima, y se logra a través del control del medio ambiente interno con la programación de horarios específicos para equipos de climatización, iluminación, etc.
3. A largo plazo permiten ahorrar y economizar siendo casi autosustentables ahorrando y pagando la inversión que se hizo al instalarlas.
4. Permiten llevar un control y registro del consumo de energéticos que permite comparar lo consumido de manera limpia es decir  los recursos que se extrajeron de recursos renovables a los comunes usados.
5. Un sistema domótico permite la integración de cualquier dispositivo que no sea inteligente al sistema.
6. Se puede enlazar con casi cualquier dispositivo con acceso a internet.

Desventajas

1.      La inversión inicial es todavía muy cara ya que hay que cablear toda la casa.
2.   En cuanto a las averías si se produce alguna en el núcleo del sistema se bloquearía toda la red y sus funciones quedarían anuladas.
3.   Al transferirse una gran cantidad de datos la red puede congestionarse y se disminuye la velocidad de transmisión considerablemente, con lo que todas las funciones se ralentizarían.
4.   Conexión en anillo: cuando la información se conecta formando un anillo, implica cierto retraso que dependerá del número de puntos que estén conectados, lo que da poca fiabilidad al sistema.

Analizando ambas partes, los expertos y usuarios llegan a la conclusión de que las ventajas son más provechosas que los inconvenientes negativos, así que todos recomiendan que si se tiene la posibilidad de instalar domótica en el hogar se haga.

¿Si la casa domótica falla la aseguradora se haría cargo del reemplazo?

Con las casas domóticas se presentan nuevos riesgos que hacen necesarios de valorar, como por ejemplo los efectos de un ciberataque que suplante nuestra identidad y tenga acceso a cualquier elemento de la vivienda, o los efectos de una eventual caída del suministro de luz que dejarían sin uso la mayor parte de los componentes que la integran.

Este tipo de siniestros hace que un gran número de compañías se encuentren cosechando experiencia para el futuro. Sin embargo, es cierto que la mayoría de los programas piloto se llevan a cabo entre sus empleados y algunos clientes y la clara apuesta de las compañías de seguros es seguir de cerca todo lo relacionado con la domótica pero siendo conscientes de que aún hoy no tiene mucha aplicación directa al negocio, ni se conoce cuál sería su aportación al seguro.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la domótica se puede utilizar también como elemento de seguridad personal sin que prácticamente sea necesaria nuestra intervención. Elementos como alarmas, cierres automáticos, sistemas de simulación de presencia o el control mediante cámaras de seguridad distribuidas por la vivienda podrían abaratar las primas de los seguros de hogar para casas inteligentes.