¿Cómo inscribir una vivienda en el registro de la propiedad?

Normalmente cuando buscando una nueva casa para vivir, tenemos en cuenta especialmente cuestiones como: los metros cuadrados, la ubicación y el precio para tomar nuestra decisión. Es cierto que todo esto es muy importante, pero hay muchas cosas más de las que deberás estar pendiente, sobre todo las relacionadas con la burocracia, una de ellas es la inscripción de la vivienda en el Registro de la Propiedad.

Te explicamos todo sobre este trámite, cómo hacerlo y cuál es su importancia. ¡Descúbrelo!

¿Es obligatorio registrar una propiedad?

La primera duda que nos asalta al adquirir una vivienda es “¿tengo que registrar mi propiedad?”. En realidad, registrar tu propiedad no es obligatorio, sino que se trata de un acto voluntario. Sin embargo, hacerlo conlleva una serie de beneficios y nos evita consecuencias negativas que podrían darse en un futuro.

Si inscribimos nuestra vivienda en el Registro de la Propiedad, seremos reconocidos oficialmente como los propietarios. De esta forma podremos disponer de nuestro derecho para venderla o hipotecarla, llegado el momento.

¿Y qué pasa si no lo hacemos? ¿A qué riesgos nos enfrentamos si no registramos nuestra vivienda? Pues existen una serie de situaciones que pueden darse, y deberemos asumir las consecuencias.

• Pérdida de seguridad jurídica

La principal función del Registro de la Propiedad es dar fe pública, asegurando que la vivienda pertenece a la persona titular, y que la propiedad es exactamente la que allí se detalla. Esto evita muchos problemas futuros.

• Dificultades para la venta de la vivienda

Al no estar registrada, es más difícil demostrar que realmente eres el propietario de la vivienda. Además, será complicado determinar que la vivienda está libre de cargas, por lo que los compradores dispuestos a asumir esta inseguridad se reducen.

• Aumento de los costes de inscripción

Si quieres registrarla con posterioridad, el trámite se vuelve más complejo y costoso. Puede que los gastos del registro se lleguen a duplicar.

• No te darán una hipoteca

Según la Ley, para que una hipoteca quede legalmente constituida, la escritura debe ser inscrita en el Registro de la Propiedad. Así que vas al banco para que te den una hipoteca, y la vivienda no está registrada, será imposible que te la concedan.

• Costes ocultos

Si una vivienda está inscrita en el Registro de la Propiedad, podremos saber si tiene cargas, como por ejemplo pagos pendientes de una hipoteca o una orden de embargo. En cambio, si no está registrada desconoceremos todos estos puntos, por lo que, una vez adquirida la vivienda, deberemos hacer frente a todos estos pagos.

Documentación necesaria para registrar una propiedad

Para inscribir tu vivienda en el Registro de la Propiedad hay tres documentos fundamentales.

• Copia autorizada ante notario de la escritura pública de venta.
• Justificante de pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.
• Justificación de haber presentado la documentación para el pago de la plusvalía municipal.

Una vez tengas en tu poder todos estos documentos, deberás presentarlos en una oficina del Registro. Deberás hacerlo dentro de la misma provincia donde se ubique la vivienda, por lo que antes es mejor consultar qué oficina te queda mejor.

Este trámite puedes hacerlo tú mismo, o si lo prefieres, puede hacerlo una gestoría o la notaría, si tiene servicios de gestión.

En los quince días hábiles siguientes se inscribirá la vivienda. Antes, el registrador comprobará que el contrato de compra venta se ha hecho con todas las garantías legales. Una vez hecha la inscripción, el Registro comunicará el cambio de titular al Catastro.

Plazo para inscribir en el registro de la propiedad

Al no ser un procedimiento obligatorio, no existe un plazo concreto para iniciar el proceso de registro. Sin embargo, si no quieres encontrarte en una situación de indefensión jurídica, nuestra recomendación es que inicies el trámite con la mayor brevedad posible.

Para ello, recuerda tener toda la documentación necesaria en regla. El pago de tasas e impuestos suelen ser los trámites más engorrosos, pero totalmente necesarios para el registro de la propiedad.

Una vez inicies el proceso de inscripción de la vivienda, el plazo para la anotación en el Registro de la Propiedad, como se ha comentado, es de 15 días hábiles. Tras la revisión de los documentos por parte del registrador, pueden darse varios escenarios. Si todo está correcto se procede al registro. En caso de que algún documento tenga algún defecto, se te comunicará para que procedas a la subsanación.

Una vez hayas registrado tu vivienda, su vigencia no tiene fecha de caducidad. Es decir, cuando termines de hacer este trámite no tendrás que volver a renovarlo. Por eso, aunque tiene un coste asociado, el cual varía según el valor de tu vivienda, las ventajas de registrar tu inmueble son muy superiores a no hacerlo. Además, aunque la creencia popular es que las viviendas que no están registradas no tienen que pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles, no es así. La aplicación de la tasa es independiente al hecho de que la vivienda esté registrada o no.

Si tienes alguna pregunta, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros!