Estudio de solvencia en un alquiler: ¿qué es?

Una de las principales preocupaciones de los propietarios a la hora de alquilar una propiedad es tener que enfrentarse al impago del alquiler. Estudiar la solvencia de los inquilinos antes de arrendar el inmueble te ayudará a minimizar el riesgo de impago y a tener una mayor tranquilidad. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es un estudio de solvencia?

Un estudio de solvencia es un análisis que se realiza para conocer la situación financiera de un potencial inquilino y determinar si este podrá hacer frente a los gastos que supone alquilar una propiedad. Para ello, suelen analizar aspectos como, por ejemplo, la situación laboral de la persona, incluyendo sus últimas nóminas y el tipo de contrato, y se comprueba que los gastos totales que supone el arrendamiento no exceden un determinado porcentaje de su renta.

En caso de que la propiedad vaya a ser habitada por más de un inquilino, es conveniente realizar un estudio de solvencia de cada uno de ellos.

¿Por qué es importante realizar un estudio de solvencia del inquilino?

Realizar un estudio de solvencia es importante para que el propietario pueda estar tranquilo durante el arrendamiento. Conocer la situación financiera de los posibles inquilinos permitirá calcular los riesgos que existen a la hora de realizar un contrato de alquiler y, en particular, para evitar posibles impagos. 

¿Cómo minimizar el riesgo de impago de alquiler?

Además de realizar un estudio de solvencia del inquilino, existen algunas medidas que puedes poner en práctica para reducir las probabilidades de que el arrendatario no pague la renga o el resto de los gastos de los que se tenga que hacer cargo.

1. Deja todo por escrito

Aunque los contratos verbales de arrendamiento tienen validez, te recomendamos que siempre formalices el contrato por escrito, dejando constancia de los derechos y obligaciones de ambas partes. Recuerda incluir información relativa a la cuantía del alquiler, la fianza y quién se hace cargo de los consumos de suministros, además de especificar la forma de pago.

2. Solicita un aval

Otra de las formas de minimizar el riesgo de impago es solicitar un aval para el inquilino. Es decir, pedir que una persona o varias personas físicas o jurídicas se comprometan por contrato a hacerse cargo de las deudas que uno o varios inquilinos incluidos en el contrato puedan llegar a contraer por impago de la renta pactada. De este modo, si los arrendatarios fallan en el pago de su renta o cualquier otra cuantía que se haya acordado, podrás recurrir a los avalistas. Te contamos todo sobre el contrato de alquiler con avalista aquí. 

3. Contrata un seguro de impago de alquiler

Contar con un seguro de impago de alquiler te ayuda a asegurarte de que, en caso de impago, recuperarás la cuantía correspondiente a lo que el inquilino ha dejado de pagar hasta el límite pactado en la póliza. Si bien esta medida no ayuda directamente a minimizar el riesgo de impago, sí que te ayuda a proteger tus intereses y a estar tranquilo durante el transcurso del contrato de alquiler.

En onLygal Seguros ponemos a tu disposición nuestro seguro de impago de alquiler con el que, además, tendrás asistencia jurídica telefónica ilimitada, defensa y reclamación de derechos derivados del contrato de arrendamiento, limpieza de la vivienda en caso de desahucio ¡y mucho más!

¿Dónde realizar un estudio de solvencia del inquilino?

En onLygal Seguros ponemos a tu disposición Valora Tu Inquilino, una plataforma que te permite validar a tus inquilinos de manera instantánea, ahorrándote todo el tiempo que tendrías que invertir en gestión y con disponibilidad 24 horas 7 días a la semana. Con esta herramienta podrás acceder directamente a la información financiera del inquilino una vez éste haya sido informado. ¡Ponte en contacto con nosotros y te asesoramos!